“Me gusta
mucho la libertad y eso de escribir un libro, editarlo de tu bolsillo y
venderlo con tu persona en la calle me parecía el ciclo perfecto para un libro.
Y se hizo así.”
“La solución al problema del libro”
“Yo no he dejado de escribir en ningún momento. Mi situación (su adiós
al gran circuito comercial de libros y el silencio sobre su obra) se debió en parte a un desajuste mío con los
editores y la creación de Libropueblo. La intención era solucionar el problema
del libro; dicho así parece demasiado.
Libropueblo «no
es la respuesta ideal al problema de la socialización del libro. No es más que
un intento de denuncia. Sin dinero, sin medios, sin organización, tratamos de
demostrar que los libros no tienen por qué ser tan caros. Todos sabemos que si
el libro, en imprenta, cuesta cien pesetas, cuando llega al público ya se ha
puesto en cuatrocientas. Con el valor de las trescientas pesetas de diferencia
no se ha producido nada,
pues en nada se ha mejorado el libro. Quisiéramos dejar bien claro que no
estamos denunciando a editores, distribuidores o libreros, sino denunciando un
sistema social de mercado que permite una mercantilización tan abusiva de un
producto cultural ».
«Libropueblo es un intento de tratar al libro
y a la cultura desde un enfoque distinto. Son dos nuestras metas: alcanzar un
mayor estrechamiento entre el artista y el pueblo, en bien de la popularización
de la cultura; y ofrecer a este pueblo libros no a precio de negocio, sino a
precio de costo. Entendemos, pues, que la cultura no debe ser comerciable.»
«Todo escritor tiene
legítimo derecho a cobrar y vivir de sus libros. Pero también, a exigir que
estos libros se hallen al alcance del lector, de todos los lectores. Se trata
de convertir la cultura en algo familiar. Y no sólo los libros, sino también los que los hacen. Más que profesión, el escribir debe ser
comunicación (En Libropueblo cada autor paga de su bolsillo la
edición de su obra, y se la lleva a casa, comprometiéndose a venderla en la
calle en mesas conjuntas). Y a los
precios actuales, el libro deja de ser comunicación».
Libropueblo “nació en (…) la transición
española y la palabra libertad se escribía con mayúsculas, el salto de la
dictadura a la libertad estaba próximo y eso al pueblo de izquierdas nos
impulsaba a hacer algo. A mí se me ocurrió denunciar el precio abusivo de los
libros y hacer que la cultura no fuera gratis pero si económica”
“Decidí no depender de ellos (los editores)
y fundar con un socio (en 1978 funda con un amigo periodista y escritor, José Javier Rapha
Bilbao, la editorial LIBRO PUEBLO/HERRILIBURU) una pequeñísima editorial en la que
vendíamos los libros a precio de coste. Los distribuíamos por la calle, en
mesas. Yo lo viví con una sensación de libertad toral, sin disgustos
editoriales, aunque, naturalmente, sin beneficio económico” “Con
cada unidad perdíamos un poco de dinero; de forma que cuanto más vendíamos más
perdíamos”.
“Vivíamos la época del fin del
franquismo y la transición, había euforia política de libertad y democracia.
Cada escritor se comprometía a no ganar nada con el afán anarquista de entregar
al pueblo su producto. Era una utopía.
“Ibamos a las plazas de los pueblos,
en las fiestas, a vender en la calle. Y vendíamos mucho… No era un negocio. Mi
amigo y yo vivíamos de otra cosa. Esto era un deporte. Mejor dicho, una
denuncia. Además coincidió que era la época de la transición política. Había
una gran expectación de que las cosas iban a ser distintas. Libropueblo era
distinto. Encajó muy bien. La gente estaba ilusionada. Creía que con la
libertad iba a venir todo”
“Pero, excepto dos autores inéditos, no
se acercó a Libropueblo nadie que tuviera la más mínima posibilidad de publicar
en otro sitio. Fue una desilusión. Todo el mundo quería escribir, pero también
ganar dinero. Después de siete años nos cansamos y lo dejamos: ya habíamos
hecho nuestra contribución a la libertad”.
“No me arrepiento de haberlo hecho”.
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Las fotos me las ha cedido Rami Pinilla Imaz.
La palabras del escritor son un recorta y pega sacadas de entrevistas en El
País (13-4-1979), revista Quimera (enero 2006) y revista 60 y más (2009?), principalmente.