2.
Propuesta de viaje a Getxo
Fue
en el verano pasado cuando surgió la propuesta. El grupo de “les
culleres”, algunas amigas más, y Lluis y yo nos reuníamos para
una comida en casa de una de ellas, Pati, en Alella, pueblo famoso
por sus vinos. Llamarle comida es un apelativo insulso que no expresa
lo que de verdad es. En realidad se trata de encuentros
gastronómicos. El esmero que cualquiera de ellas pone al preparar un
plato es tan grande que se convierte, al degustarlo, en una delicia
para el paladar.
Antes
de sentarnos y comenzar a saborear las ensaladas, Marta me había
pedido que le explicara qué era eso de haber hecho la presentación
del libro en Barcelona sin ellas saber nada. El pronombre “ellas”
se refiere al grupode “les culleres”,con las que me unen lazos
de amistad. Y en cuanto al libro, se refería al que yo había
escrito Getxo, territorio Pinilla y
había presentado en le sede de la editorial Candaya en Barcelona, en
junio. Ella había
visto un pequeño video del acto de esa
tarde.
(Anabel, bibliotecaria
en Getxo, a la que después
el grupo conocería en la
ruta y que me
acompañó en la presentación
en aquella tarde calurosa,
lo había preparado).
Le
comenté a Marta mi
aventura lectora de la trilogía -Verdes valles, colinas
rojas - del escritor,
de mi viaje literario a Getxo, de mi encuentro en la calle (más bien
fue un abordaje) con él,
de la
amistad posterior que tuvimos
y de la idea y realización de una ruta literaria basada
en su obra (ya
que en todas sus novelas Getxo es es escenario geográfico)
y,
finalmente , de mi decisión de escribir un libro guía de la ruta. Y
que si no les había avisado de la presentación en Barcelona era
porque tenía la idea de
hacerlo
en la biblioteca de Premiá de Mar, pueblo
donde vive la mayoría.
Mientras
tanto,
Pati enseñaba su casa (cada rincón tiene
un detalle
arquitectónico)
al resto. Finalizado el recorrido, se fueron acercando a la terraza
donde
estab preparada la mesa.
Una vez sentadas y sentados a
su alrededor (Lluis
y yo éramos los únicos maridos)
para disfrutar
las ensaladas y el arroz,
antes de comenzar, Marta
me propuso que explicara al
grupo lo que a ella le había
comentado sobre mi relación literaria y personal con Ramiro Pinilla
y la ruta que había
impulsado. Y
lo hice, brevemente.
Creo
recordar que pasaron un par de segundos después
haber
yo acabado
y suena su voz:“¿Quién
se apuntaría a una ruta literaria en Getxo?” La
respuesta fue inmediata. Animosas
y con un envidiable ambiente de grupo, siempre están dispuestas a
sugerencias y propuestas. Varias
asienten y se
comienzan a barajar fechas, pero se deja para más adelante el
acordar aquel
fin
de semana
que
convenga a la mayoría.
Al
mismo tiempo, algunas
preguntan
por obras de Ramiro
Pinilla.
Se trataba ya,
alguna
apuntó,
de ir a Getxo habiendo leído
libros
del escritor getxotarra para ir conociendo tanto al escritor como
también que
fueran
sonando
los
lugares del
pueblo en
los
que
nos
detendríamos y comentaríamos
sus mitos, personajes, historias,
leyendas…
Y
comenzamos la degustación de las ensaladas;
ensaladas preparadas
con
toques
detallistas
que las hacen vistosas y apetecibles. Luego,
entre dos, acercaron a la mesa auxiliar la enorme paella que Pati, la
anfitriona, había preparado: un arroz con bogavante. Si yo fuera
catador de arroces explicaría los matices del plato; como no lo soy,
diré que varias repetimos y no sobró nada. No hace falta explicar
las excelencias del arroz. Kathy
nos ofreció -celebrábamos su aniversario de cumpleaños- uno de sus
exquisitos postres. Brindamos
por ella, claro.
La
sobremesa fue pasando entre risas y canciones - Pati con su guitarra
y el coro del grupo-. Es que "les culleres" además de
cocineras pertenecen un coro de música de Premiá de Mar.
Nos
despedimos con el compromiso de estar en contacto para buscar la
fecha del viaje a Getxo.
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