miércoles, 4 de diciembre de 2013

Ruta por el Getxo de Pinilla


Fue en la primavera de 2010 cuando, después de varios encuentros, Lucía, Anabel y yo organizamos la ruta literaria por el Getxo de Pinilla. 

 Lucía Martínez Odriozola es profesora de periodismo de la UPV, amiga personal del escritor con el que colaboró en la revista Galea dirigida por él y partícipe del taller literario que Pinilla dirige en Getxo desde hace más de 30 años.  Cena homenaje a Pinilla de los talleristas

Anabel Regalado trabaja en la Kultur Etxea de Getxo y fue la promotora de la edición de un pequeño libreto con citas del autor y fotos de algunos lugares donde se haría una parada explicativa. El libreto se puede ver accediendo a la página web de la Kultur Etxea. Mira aquí

                                          Junto a la Iglesia de San Baskardo

Y ésta fue la ruta inicial: 
  1. Avenida Algorta. Localización de la LIBRERÍA BELTZA (Sólo un muerto más) con Sancho Bordaberri de librero-detective. Hece unos años fue la librería Antares. El local es hoy una tienda de delicatessen
  2.  Inicio de la calle Sarrikobaso. "La cadena". Muy cerca vive el padre de la señorita Mercedes, la maestra, en la Trilogía. Narradora de la introducción y epílogo de La higuera
  3. Bajando la calle hasta el cruce de Venancios ( “cruce de Loparkobaso” ). En lo que es hoy un parque infantil allí sitúa Pinilla la  mansión de los Oiandía y, enfrente, el  palacio árabe de Ella.
  4. Desde aquí se enfila hacia el barrio de Andra Mari ( “barrio de San Baskardo”, en su obra) donde se encuentran ni más ni menos que La venta, la Ermita del Angel, La Iglesia de San Baskardo y el edificio de La Blasa.(Trilogia Verdes valles, colinas rojas: I la tierra convulsa, II Los cuerpos desnudos, III Las cenizas del hierro)
  5. Por un magnífico paseo ajardinado se sube hasta La Galea. El cementerio es lo primero con que topamos (entonces no había publicado El cementerio vacío). Andando hacia el acantilado de La Galea, a un lado, un poco lejos se ve el viejo fuerte y a otro el Molino, mencionados de pasada en algunas obras.
  6. Bajando hacia la playa se pasa por las campas de Arrigúnaga donde existió el caserío Arrune, (Las ciegas hormigascaserío en el que Pinilla pasó los veranos hasta que se produjo la guerra civil.
  7. Y se llega al lugar mítico de Pinilla. La playa de Arrigúnaga. Aquí empezó la vida sobre la tierra. ( Andanzas de Txiki Baskardo). Y en esta playa recrea escenas de amor, de muerte, de violaciones, de humor... Playa con las ruinas del viejo castillo y sus tamarises y sus piedras con nombre propio, la roca Abasota, la peña de Kobo...
  8. Desde esta playa de Algorta se sube hasta el cruce de San Martín con Andrés Cortina ( “cruce de Cuatro Caminos”). Lugar mencionado en casi todas sus obras, donde sitúa viviendas, tiendas, encuentros.. Cerca está  la escuela de D. Manuel y un poco más allá la iglesia de Los Trinitarios, muy mencionada por el escritor. 
  9. Siguiendo la cercana avenida Basagoiti ( “avenida Larragoiti”) o bien desde este cruce, se puede llegar al  Puerto Viejo, presente en su obra con personajes que lo habitan y con recuerdos de su infancia.
  10. Y para los muy andadores, siguiendo el paseo por la playa de Ereaga se llega a Punta Begoña, en donde la ficción pinillesca sitúa “el palacio El Galeón”, en el barrio exclusivo de Neguri. El palacio El Galeón será la vivienda de Ella y su familia.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cuando las ciegas hormigas...

 Campas de Arrigúnaga. Aquí sitúa Pinilla el caserío Jáuregui
                                                        de Las ciegas hormigas.

Ramiro Pinilla se había trasladado de Bilbao a su nueva casa, todavía no acabada, en Getxo. Allí vivía con su mujer y sus tres hijos.Sacando tiempo de donde podía, había ido escribiendo una novela que presentó al premio Nadal. Había tardado siete meses crearla. El título: LAS CIEGAS HORMIGAS. Era el día de Reyes de 1961. Su novela sería la ganadora del Nadal 1960.

En esta novela es donde hace suyo el territorio, Getxo,donde se desarrollará la acción de la mayoría de sus novelas, con lugares, personajes y mitos que aquí aparecen. El acantilado de La Galea, el viejo fuerte, el faro, el cementerio, las ruinas de un castillo, la playa...

Así comienza la novela: “Estaba junto al padre mirando el barco de 5000 tonelada que sabíamos que se iba a hundir irremediablemente” Y una pocas líneas más adelante…“A duras penas nos manteníamos en aquel borde de la costa de la Galea, a cien metros sobre las peñas”.

Si alguien se deja ir por este territorio, “por la meseta de La Galea que corre sobre los acantilados y que arranca a 80 metros medidos en la vertical sobre la misma playa, para dirigirse, en levísima pendiente, hasta Punta Galea y el faro…” ( 72) encontrará hoy mucha gente paseando, gente en bici, gente haciendo footing, y otros sentados en los bancos de un esta meseta urbanizada que invita a la relajación y al disfrute del paseo, al ensimismamiento y al disfrute del entorno . Las edificaciones quedan algo apartadas.

Al poco rato de iniciar la subida en suave pendiente se pasa por delante del “viejo molino” con sus aspas, antes “abandonado” y hoy convertido en un elegante restaurante.

Antes, hace muchos años, existía una“ (…) carretera de La Galea, que no era más que una vía más ancha que un sendero y menos ancha que una carretera secundaria, limitada por la abundante argoma erizada de pequeños pinchos…” (76) Ahora la subida hasta el fuerte y el faro se puede hacer por diversos caminos y senderos. Algunos de ellos, muy estrechos, atraviesan esa argoma pinchosa y alguno de ellos te lleva hasta el borde del acantilado. En algún lugar del acantilado, antes, debió haber un “sendero de cabras del acantilado” (86) que comunicaba con la base de la pared rocosa.

Siguiendo la ascensión pero por un camino ahora asfaltado se pasa por delante del cementerio de Algorta, lindando con los pinares de la “explanada rocosa de La Galea” (33); pinares”que se extendían desde La Galea a lo largo de toda la costa, por Sopelana y Barica y Plencia, kilómetros y kilómetros” (76)donde iban los lugareños próximos y lejanos a coger piñas y ramas para el fuego. Cuando se llega al punto más alto de la meseta se encuentra uno con “el viejo fuerte” donde alguno de los que van a recoger el carbón, en la novela, ya han colocado el trípode con su polea en la orilla del monte. “Era el mejor sitio, junto al muro del viejo fuerte” (77), “bajo el sonido de le sirena del faro y de los destellos que cruzan el espacio como una espada manejada por un gigante” (79) El fuerte alberga un faro que dicen ser el más antiguo de Bizkaia. Y el fuerte de La Galea, que lo alberga es, dicen también, el único que tiene su figura pétrea bien conservada. De los 18 fuertes que debió haber en Bizkaia en el XVIII sólo quedan restos de dos o tres. Y el de La Galea es el que resiste casi entero.

Y en medio de la playa como testimonio de un tiempo remoto en que estratégicamente dominaba la playa queda “un conjunto de viejos muros de piedra de arenisca”, “sin forma adivinable de castillo” que según la leyenda debió ser construido por los moros.

Por este escenario del caserío y todos sus alrededores ha paseado durante más de 60 años, primero de niño, luego de adulto y después de mayor. Y sigue paseando ahora ayudado de un bastón.

Pero no es solamente es este escenario alrededor de La Galea, el real. Es el barrio de Algorta, el que está presente en la novela. “La trainera del Puerto de Algorta!” es la que gana la regata y, como vencedores “la tripulación debería realizar un recorrido por El Abra, para que la gente de nuestro pueblo nos contemplara a su gusto” (108)

Cuando desde la playa vas al centro de Algorta, se sube una cuesta, al principio suave pero que en su último tramo se empina. “Desde lo alto de la cuesta se divisaba “el caserío, allá abajo, casi oculto entre higueras y parras, a un tiro de piedra de la playa” (231). Esta cuesta lleva al cruce de Cuatro Caminos ( por qué tantas localizaciones en este cruce????)donde estaría la tasca frecuentada por Juan, el cuñado de Sabas.

Muy cerca del cruce, a un centenar de metros, se puede oír “sonar las campanas de la torre de los Trinitarios anunciando la misa” llenando el ambiente de sonido de domingo) (169). También muy cerca del cruce bajando ligeramente se llega “a la plaza de Algorta, la Plaza, donde se celebraba mercado los jueves, sábados y domingos: una explanada con suelo de cemento, en medio del pueblo, ante el edificio que albergaba al juzgado y la escuela y, en su planta, el frontón de pelota;”(164)

Esta novela marca el inicio de un cambio de estilo en su escritura y en ese "mundo cerrado", en esa "novela infinita" que tiene a Getxo por escenario. Faulkner es su referencia literaria. "Gracias a él descubrí los mundos cerrados y ya no me interesó contar historias sueltas", ha repetido en muchas ocasiones.