viernes, 13 de octubre de 2023

Una voz señera en la narrativa

 


Jon Kortazar, crítico literario y desde 1992 catedrático de Literatura en euskera en la Universidad del País Vasco.

He aquí una breve visión de la trayectoria narrativa que hace del escritor getxotarra:

Ramiro Pinilla constituye una de las voces más importantes de la narrativa vasca escrita en castellano y posee una trayectoria novelística de gran alcance y de proyección internacional en algunos momentos de su dilatada historia creativa.

 Mantenía una memoria afectuosa de Ramiro Pinilla, aunque lo traté poco; pero fui miembro del Jurado que concedió el Premio Euskadi de Literatura a la primera parte de Verdes valles, colinas rojas en 2005. Las crónicas dicen que fui Presidente del Jurado, y así mismo estuve en el jurado que concedió el Premio Nacional de Narrativa del Reino de España a la tercera parte de la misma obra en 2006, por lo que tenía un cierto conocimiento de su generosa obra.

RAMIRO PINILLA, UNA VOZ SEÑERA EN LA NARRATIVA

 En la dilatada obra de Ramiro Pinilla, la crítica especializada distingue cuatro etapas:

 1) Una primera de tanteo de su obra literaria. En ella se encuentran novelas escritas con seudónimo y distribuidas en quioscos como subliteratura. A esta época corresponden estas dos novelas: Misterio de la pensión Florrie (1944, publicada en edición de quiosco bajo el seudónimo de Romo P. Girca) y El ídolo (1957), que recibió un premio local, el Premio Mensajero.

 2) La consagración de Ramiro Pinilla llegó a través de dos prestigiosos premios nacionales. La novela Las ciegas hormigas consiguió el Premio Nadal en 1960, y la obra vanguardista Seno fue finalista del Premio Planeta en 1970 (sic). En medio, había publicado otras obras de género: El héroe del Tonkin (1961) y En el tiempo de los tallos verdes (1969), una novela policíaca con un detective adolescente como protagonista.

 3) Tras la muerte de Franco, y la publicación en Bilbao de una muy importante novela, Antonio B., el rojo, ciudadano de tercera (1977, censurada, debió titularse Antonio B. el ruso), Ramiro Pinilla decide romper con el mercado editorial y llevar a cabo una personal aventura. Funda junto al artista J. J. Rapha Bilbao la editorial Libropueblo, que busca la venta de los libros de manera directa con el público lector (Pinilla vendía personalmente los libros tras una pequeña y humilde mesa de camping) y a precio de coste. En esa pequeña empresa publicó, fuera de los

circuitos comerciales y nacionales, un puñado de libros: Recuerda, oh recuerda! (1974), Primeras historias de la guerra interminable (1977), La gran guerra de Doña Toda (1978), Andanzas de Txiki Baskardo (1980, edición bilingüe), Verdes valles, colinas rojas (1986, tomo 1). El escritor cuenta así su decisión:

 Pero yo vi que no estaba cómodo en el mundo editorial y como no tengo muchas ambiciones, con un amigo monté una pequeña editorial, Libropueblo. No lo hice para publicar cosas o de algún otro escritor que quisiera sumarse, sino para vivir tranquilo, publicar mis cositas sin tener que rendir cuentas a nadie, Aunque no gané nada, es una buena razón, la más importante. La Transición fueron otros tiempos, parecía que teníamos que salir a la calle. Llevábamos 40 años sin salir a la calle, sin hablar en la calle y creías que saliendo a la calle ibas a arreglar las cosas. 

(González, Enric: «Ramiro Pinilla y Enric González o los secretos de la vida»)

 4) Tras 30 años apartado de los círculos literarios, la editorial Tusquets relanza la carrera literaria de Ramiro Pinilla a través de la publicación de la magna trilogía Verdes valles, colinas rojas (2004-2006), La tierra convulsa, Premio Euskadi de Literatura en castellano, Los cuerpos desnudos, Las cenizas del hierro, que recibió el Premio de la Crítica (segundo que se le concedía) y el Premio Nacional de Narrativa, la recuperación de sus títulos desconocidos y la edición de nuevas obras: La higuera (2006), Sólo un muerto más (2009), El cementerio vacío (2013), Cadáveres en la playa (2014) un ciclo de novelas policíacas con el detective SamuelEsparta como hilo, que en la primera entrega investiga un crimen que dejó sin resolver en Verdes valles, colinas rojas: Los cuentos (2011) que reúne los relatos de Recuerda, oh, recuerda (1975) y Primeras historias de la guerra interminable (1977) y ¿cómo no?, la novela que examinamos hoy (2012) que también recibió el Premio Euskadi de Literatura en castellano.

 Lucía Montejo (sobre la novela de En tiempo de los tallos verdes) ha situado la narrativa de Ramiro Pinilla dentro de las estéticas de su tiempo:

Un ajuste de cuentas con el lenguaje ramplón de los epígonos del realismo social y una reacción en contra del experimentalismo agresivo que conducía a la novela a un callejón sin salida, al desdén por todo lo que en la novela pudiese haber de comunicación [...] Una narrativa, la de Pinilla, que oscila entre la influencia de Faulkner y la de García Márquez. 

 Una historia que contar y un estilo que la cuente con propiedad constituyen las dos bases fundamentales donde se construye el mundo novelesco de Ramiro Pinilla. Hay áreas constantes que se han mantenido presentes en su narrativa casi sin cambios, si se hace caso omiso de sus dos primeras creaciones literarias, cercanas a la experimentación. Hay una conciencia realista en la relación de las tramas novelescas, pero no está ausente una creación cercana al mito. El lugar donde suceden sus historias es siempre Getxo, una especie de lugar mítico y preciso a la vez, donde es posible hablar de existencia primigenia.

 NOTAS AL MARGEN:

1. Este texto es un fragmento del extenso artículo de Jon Kortazar publicado en el Boletín Hispánico Helvético, ISSN 1660-4938, volumen 33-34 (primavera-otoño 2019), pp. 183-204  

El título es Aquella edad inolvidable. Fútbol, nación, identidad en Ramiro Pinilla en el que "se examina la novela Aquella edad inolvidable de Ramiro Pinilla (1923-2014), una narración centrada en la historia de un futbolista retirado por lesión del Athletic Club de Bilbao, a fin de establecer algunas claves sociales del fútbol en la comunidad vasca: la fuerza identitaria del deporte, su influencia en la sociedad, su predominio en la creación de mitos en la infancia y en la transmisión de una conciencia política".

( He escogido sólo una parte del inicio del artículo en el que repasa la trayectoria literaria de Ramiro Pinilla)

2. Estaba yo perplejo sin entender su publicación en ese Boletín Hispánico Helvético y hoy mismo  una gran amiga de Bilbao, Mª Eugenia, me ha enviado por wasap un artículo que hoy aparece en El Correo y que me ha sacado de mi extrañeza e ignorancia: resulta que Jon Kortazar presentó un trabajo sobre esa novela ( la novela que examinamos hoy, se lee en el artículo) en un seminario sobre Deporte y Literatura organizado en 2018 en la Universidad St Gallen de Suiza.

 (Luego vendría, entiendo, la publicación de las ponencias en ese boletín).