lunes, 13 de marzo de 2023

"El libro que la crítica parecía reclamar de la novelística"


                                                     1923-2023   

                       En el centenario del nacimiento de Ramiro Pinilla 



Ignacio Soldevila Durante, Historia de la literatura española actual (II). La novela desde 1936, Madrid: Editorial Alhambra, 1982.

Ignacio Soldevila Durante (Valencia 1929 - Québec 2008). Cuando publica el libro es Profesor titular del Departamento de Estudios Hispánicos en la Facultad de Letras de la Universidad Laval (Québec)

El autor encuadra su comentario sobre Ramiro Pinilla dentro de "Las corrientes narrativas de los años cincuenta" en el apartado "Otros cultivadores de la novela testimonial y social":

Ya en plena madurez se reveló como narrador RAMIRO PINILLA (Bilbao 1923), ganando con El ídolo el premio de El Mensajero en 1958 y dos años después el premio Nadal, refrendado con el de la Crítica por Las ciegas hormigas (1961). Se recordó inmediatamente a Faulkner por la manera de construir un relato y por el lenguaje de frase tortuosa que venía a romper con las normas vigentes del neorrealismo. Pero si estructuralmente el recuerdo nos parece válido, la distancia entre ambos narradores (se refiere al bilbaíno Ramón Eugenio de Goicoechea al que el autor ha dedicado unos comentarios sobre su obra literaria) -o mejor aún, entre Pinilla y Juan Benet, el más faulkneriano de sus contemporáneos- es evidente. En primer lugar, Pinilla no ha traspuesto a un lugar mítico sus historias; en segundo lugar, los aspectos mitificantes de su obra están al servicio de una visión épica de la realidad, pero de una épica degradada y vana, en la que el empeño humano se eleva a una categoría sobrehumana para dar finalmente un salto en el vacío. Se ha mencionado el mito de Sísifo como el más idóneo para definir ese combate inútil. No obstante, Sísifo cumple una condena que se le ha impuesto y que no puede eludir. Los empeños de los personajes de Las ciegas hormigas o de posteriores novelas suyas, como El salto (1975), surgen de decisiones voluntarias, y terminan en descalabros trágicos porque el empeño está más allá de sus fuerzas. Es, pues, el mito de Ícaro, el que parece más apropiado recordar a su propósito. Pero unos ícaros cuya blasfemia actuante no se opone a una divinidad sobrenatural, sino a la naturaleza misma de las cosas, o al ominoso poder de una sociedad que no tolera osadías. No es casual, creemos, que siempre los héroes de sus novelas sean gentes del pueblo, seres no contaminados por la sociedad burguesa. Esta los va a pisotear, los va a pulverizar, les va a cerrar todos los caminos, pero no los transforma ni los hace suyos. Ese pueblo es claramente etnia en ¡Recuerda, oh, recuerda! (1975), cinco narraciones y una sola historia, la de los Baskardo. Pero con los dos grandes volúmenes de Antonio B., “el rojo", ciudadano de tercera (1977) Pinilla ha hecho en fin aquel libro que (anteriormente decíamos) la crítica parecía reclamar de la novelística: estudios sociológicos documentados a la manera de Los hijos de Sánchez. Pinilla, incluso cuando escribe una novela con trama policíaca, como En el tiempo de los tallos verdes (1969), está haciendo una historia del pueblo. No entendemos cómo se ha llamado a Pinilla “un pesimista de la mejor ley” y se ha descrito su mundo como “sin esperanza”*. Págs 309-310

* Rafael Conte en la revista Ínsula, número 348.

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NOTAS AL MARGEN:



1. Por lo que este profesor comenta se ve que conocía bastante bien la obra de Pinilla hasta la fecha de la publicación. (Hay que recordar que el escritor getxotarra publica desde inicios de los 70, cuando ha roto con Destino y Planeta, en editoriales pequeñas). Hay, sin embargo, un pequeño lapsus en este comentario sobre la obra de Pinilla: la novela Seno, finalista del premio Planeta del 1971.

2. Antonio B., "el rojo”, ciudadano de tercera, España, España...        fue el título de los dos volúmenes publicados por Albia Literaria de Bilbao. Según Pérez Carrera, citado por Javier Feijoo Morote en La estética de Ramiro Pinilla, el libro fue escrito en 1973 y pasó unos años en espera de la autorización de la censura. Cuando se publicó, el precio fue de 700 pesetas, lo que cabreó a Pinilla porque siendo un libro de denuncia social, religiosa, judicial... ( "El gran motivo que me movió fue la denuncia", decía Pinilla), comentaba que un precio así impedía que fuera adquirido por gran parte de la población. 

Ocho meses había tardado en escribir el libro. Como era una denuncia social contra la pobreza y miseria, contra el clero, la guardia civil y los jueces, algunas editoriales, entre ellas Planeta y Plaza & Janés, le devolvieron el borrador “porque ese libro jamás se podrá publicar”, recordaba Pinilla que le dijeron. Esto era en 1975. La censura permitió su publicación en 1977.


   

Antonio B. era de La Baña, un pueblo perdido de una de las dos Cabreras, la Baja, en la provincia de León. El apodo con el que era conocido era “el ruso” porque una mujer del pueblo,  presente en el nacimiento, dijo: “ ¡Leches, si es rubio como un ruso!”. Y así se le quedó. 

Ramiro Pinilla por seguridad para con el protagonista ocultó su apellido y substituyó su verdadero apodo de “el ruso”, por ”el rojo”, tanto en la portada de 1977 como en todas las páginas. 

Esto lo explica en el prólogo de la reedición que la editorial  Tusquets publicó en 2007 con el título de Antonio B., el ruso, ciudadano de tercera. Juntamente con él la editorial publicó un DVD con una entrevista a Ramiro Pinilla sobre este libro y otros temas de la vida y obra del escritor.



3. Esta es la explicación de Pinilla del contacto con Antonio Bayo y el proceso que siguió hasta escribir el libro

 


4. No es superficial el parangón que Soldevila hace entre el libro de Ramiro Pinilla y el de Oscar Lewis por la temática y la denuncia social. 

El autor del libro Los hijos de Sánchez mencionado por Soldevila es Oscar Lewis, historiador y antropólogo norteamericano (Nueva York, 1914-1970). Mediante estudios y trabajos antropológicos en zonas rurales de México fue documentando la pobreza de las familias campesinas. Publicó un libro de título Antropología de la pobreza y otros varios, entre ellos  Los hijos de Sánchez donde cada uno de los miembros de la familia cuenta la historia de su vida con sus propias palabras, dando así una fiel  visión de conjunto de la familia (que vive en un barrio céntrico muy pobre de Ciudad de México) y de muchos aspectos de la vida de la clase baja mexicana. La primera edición aparece en inglés en 1961. El Fondo de Cultura Económico lo publica en español en 1964 con gran éxito, apareciendo, de inmediato, sus defensores y sus detractores. Fue calificado en México como “antimexicano y subversivo” y demandado ante los tribunales. Demanda esta que, meses después, fue desestimada  porque “era una denuncia de las condiciones de pobreza tal como eran percibidas por sus víctimas.

5. El alto precio mencionado anteriormente ("No admito que un libro mío valga 700 pesetas") motivó, además de otras razones, la creación de la editorial LIbropueblo-Herriliburu fundada con su amigo periodista Rapha Bilbao, basando "sus presupuestos en una oposición práctica a la comercialización de la cultura, tratando de acortar las distancias entre el escritor y el lector y ofreciendo libros a precio de coste" (David Feijoo). 

La venta al público se realizaba de forma directa y ambulante en plazas y calles a través de una mesita de cámping y, detrás, una pancarta casera con el nombre de la editorial y otra con la inscripción: El libro no es un negocio.  

  









 



 

            

 


2 comentarios:

  1. Muchas Gustavo, por tu labor generosa de rastrear a Ramiro en otras obras.

    Por otra parte, Soldevilla afirma: "Pinilla no ha traspuesto a un lugar mítico sus historias".

    Yo no lo percibo así: Pinilla ha transformado el Getxo real en un Getxo mítico. ¿Tú cómo lo ves?


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    1. Ese comentario es de Ernesto Maruri.
      Y falta la palabra GRACIAS.

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