lunes, 4 de febrero de 2019

CRONICAS PINILLESCAS de “les culleres de fusta” (2)




2. Propuesta de viaje a Getxo
Fue en el verano pasado cuando surgió la propuesta. El grupo de “les culleres”, algunas amigas más, y Lluis y yo nos reuníamos para una comida en casa de una de ellas, Pati, en Alella, pueblo famoso por sus vinos. Llamarle comida es un apelativo insulso que no expresa lo que de verdad es. En realidad se trata de encuentros gastronómicos. El esmero que cualquiera de ellas pone al preparar un plato es tan grande que se convierte, al degustarlo, en una delicia para el paladar.
Antes de sentarnos y comenzar a saborear las ensaladas, Marta me había pedido que le explicara qué era eso de haber hecho la presentación del libro en Barcelona sin ellas saber nada. El pronombre “ellas” se refiere al grupode “les culleres”,con las que me unen lazos de amistad. Y en cuanto al libro, se refería al que yo había escrito Getxo, territorio Pinilla y había presentado en le sede de la editorial Candaya en Barcelona, en junio. Ella había visto un pequeño video del acto de esa tarde. (Anabel, bibliotecaria en Getxo, a la que después el grupo conocería en la ruta y que me acompañó en la presentación en aquella tarde calurosa, lo había preparado).
Le comenté a Marta mi aventura lectora de la trilogía -Verdes valles, colinas rojas - del escritor, de mi viaje literario a Getxo, de mi encuentro en la calle (más bien fue un abordaje) con él, de la amistad posterior que tuvimos y de la idea y realización de una ruta literaria basada en su obra (ya que en todas sus novelas Getxo es es escenario geográfico) y, finalmente , de mi decisión de escribir un libro guía de la ruta. Y que si no les había avisado de la presentación en Barcelona era porque tenía la idea de hacerlo en la biblioteca de Premiá de Mar, pueblo donde vive la mayoría.
Mientras tanto, Pati enseñaba su casa (cada rincón tiene un detalle arquitectónico) al resto. Finalizado el recorrido, se fueron acercando a la terraza donde estab preparada la mesa. Una vez sentadas y sentados a su alrededor (Lluis y yo éramos los únicos maridos) para disfrutar las ensaladas y el arroz, antes de comenzar, Marta me propuso que explicara al grupo lo que a ella le había comentado sobre mi relación literaria y personal con Ramiro Pinilla y la ruta que había impulsado. Y lo hice, brevemente.
Creo recordar que pasaron un par de segundos después haber yo acabado y suena su voz:¿Quién se apuntaría a una ruta literaria en Getxo?” La respuesta fue inmediata. Animosas y con un envidiable ambiente de grupo, siempre están dispuestas a sugerencias y propuestas. Varias asienten y se comienzan a barajar fechas, pero se deja para más adelante el acordar aquel fin de semana que convenga a la mayoría.
Al mismo tiempo, algunas preguntan por obras de Ramiro Pinilla. Se trataba ya, alguna apuntó, de ir a Getxo habiendo leído libros del escritor getxotarra para ir conociendo tanto al escritor como también que fueran sonando los lugares del pueblo en los que nos detendríamos y comentaríamos sus mitos, personajes, historias, leyendas…


Y comenzamos la degustación de las ensaladas; ensaladas preparadas con toques detallistas que las hacen vistosas y apetecibles. Luego, entre dos, acercaron a la mesa auxiliar la enorme paella que Pati, la anfitriona, había preparado: un arroz con bogavante. Si yo fuera catador de arroces explicaría los matices del plato; como no lo soy, diré que varias repetimos y no sobró nada. No hace falta explicar las excelencias del arroz. Kathy nos ofreció -celebrábamos su aniversario de cumpleaños- uno de sus exquisitos postres. Brindamos por ella, claro.


La sobremesa fue pasando entre risas y canciones - Pati con su guitarra y el coro del grupo-. Es que "les culleres" además de cocineras pertenecen un coro de música de Premiá de Mar.

Nos despedimos con el compromiso de estar en contacto para buscar la fecha del viaje a Getxo.













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